Reset Password
If you've forgotten your password, you can enter your email address below. An email will then be sent with a link to set up a new password.
Cancel
Reset Link Sent
If the email is registered with our site, you will receive an email with instructions to reset your password. Password reset link sent to:
Check your email and enter the confirmation code:
Don't see the email?
  • Resend Confirmation Link
  • Start Over
Close
If you have any questions, please contact Customer Service
My Blog
 
Welcome to my blog!
Keywords | Title View | Refer to a Friend |
EL FIN JUSTIFICA
Posted:Apr 26, 2017 4:11 am
Last Updated:Nov 15, 2017 7:41 am
2391 Views

Sentado desnudo en un sillón muy cómodo, a lado de una mujer de 47 años, la cual estaba totalmente desnuda luciendo un cuerpo de cintura pequeña, con unas tetas grandes que ya no peleaban ante la gravedad, un culo grande que apoyado de algunas cirugías aún se conservaba firme. Nos chocábamos una copa de vino delicioso, sonrientes y relajados contemplábamos un espectáculo en vivo muy excitante.

Frente a nosotros, el cuerpo de diosa de una chica que apenas había llegado a la mayoría de edad era presa de las garras voraces de un degenerado hombre maduro, así como de las dulces y delicadas caricias de un hombre joven con un cuerpo fresco.

Luego de un preludio de manoseos y salvajes mordidas en el cuerpo de la niña, la derrumbaron en la cama, con los pechos expuestos, su boca era la cueva donde la verga larga de Braulio entraba llenándose de su saliva, entre sus piernas abiertas, la boca del otro chico succionaba con delicadeza su clítoris, mordía la comisura de su ano y lo chupaba. Melanie se apretaba los pechos pellizcando sus pezones erectos.

La pequeña nueva puta gemía ahogándose en saliva, por momentos sentía el reflejo de querer vomitar al sentir el largo pene en su garganta pero jamás dejaba de acariciarse las tetas y golpear sus nalgas en la cama producto de los escalofríos que el moreno le provocaba con esa lengua prodigiosa.

Amalia alzo el brazo al mesero y este corrió atento con una erección notable hasta donde estábamos, Amalia le dio su copa de vino y él le sirvió hasta llenarla. –Úngela. –Le dijo con mirada lujuriosa.

El mesero fue hasta la cama y rego sobre sus senos y abdomen el contenido de la copa. –Beban –ordeno. –Y no dejen que una sola gota llegue a la cama.

Como perros los hombres se fueron voraces a lamer cada rincón de piel cubierto de vino, la niña se retorcía y hacia que la tarea se volviera más difícil pero pese a esto, el vino jamás toco la cama. Amalia reía a carcajadas mirando a los hombres enloquecidos por cumplir su orden, yo solo miraba la escena y el inmenso brillo de su vagina.

Amalia se percató de mi intromisión en su sexo y se mordió los labios mirándome fijamente. El mesero regreso y ella le arrebato la copa, la deslizo entre sus muslos hasta quedar en la parte baja de su vagina, con las yemas de los dedos golpeo su clítoris y pronto de su sexo escurrían gotas de líquido exquisito. Yo me excite mucho al ver esto y Amalia dio una orden con voz viva.

-Quiero que penetren a la niña. –Dijo ella palmeando más fuerte su pelvis.

Sin titubear Braulio jalo a la niña acomodando su culo en la orilla de la cama, escupió una vez en su ano y le pidió al chico que abriera sus nalgas. De un movimiento fue penetrando a Melanie, ella grito abrazando la colcha, gimiendo tan fuerte que Amalia sintió correr un espasmo entre sus muslos, las palmadas seguían cayendo en su depilada vagina, y la copa estaba a punto de reventar con la presión de sus muslos.

Me encontraba masturbando mi verga ya caliente pero Amalia me dio una fuerte palmada en las manos.

-No te toques, que quiero ser yo quien lo haga. –Me dijo entre espasmos.

Me quede tirado en el sillón con una erección dolorosa, mirando como los jugos de la anfitriona se quedaban en la copa llenando una décima parte, luego de sentir su ultimo espasmo, el mesero completo la copa con vino y Amalia me la ofreció. – ¿Me haces el honor? –Me dijo completamente excitada.

–Por supuesto. –Dije.

Mientras ella sentía un morbo descarado, mi boca consumía su orgasmo disuelto en vino, cuando mi copa se terminaba las manos de Amalia tomaban mi verga y la acomodaban para masturbarla, al fondo miraba a Melanie siendo penetrada fuertemente por su propio esposo, no sé en qué momento Braulio quito a la niña de la cama para tenerla de pie y penetrarla fuerte con lujo de rudeza extrema, el chico se puso de rodillas lamiendo el coño delicioso de Melanie, amortiguando por momentos el choque infernal de los muslos de Braulio en el culo de su víctima.

-Es suficiente querido, es momento en que ella sienta el cambio de carne. –Dijo Amalia masturbándome con maestría y rapidez. –Niña, colócate en el piso, como perra y, será ese hermoso hombre quien te hará gozar.

Melanie me miro a los ojos y sintió un estruendo mirándome por primera vez siendo masturbado por su anfitriona, la excitación se elevó en ella y en segundos estaba en cuatro ofreciéndole el culo al chico moreno, la gruesa verga fue entrando haciendo que la niña encontrara el pene de Braulio cubriendo su boca, ambos la envestían fuerte y eso me hizo excitar demasiado con las caricias exquisitas de la puta que me tocaba.

Amalia sabía que mi orgasmo estaba próximo, mirando como trataban a la niña, escuchándola gritar como puta y al sentir su mano deslizándose inmensamente rápido en mi verga no tuve otra opción que dejarme llevar. Con habilidad tomo mi copa y la coloco en la punta de mi verga, mi semen reventó dentro de ella y extasiado, eyacule completo dentro del cristal. El mesero vertió vino de igual manera y con un meneo suave ella bebió hasta la última gota.

Tan pronto termino el vino, corrió a la orilla de la cama, se sentó y abrió las piernas, el chico moreno retiro su verga del cuerpo fino de Melanie, y pidió a Braulio que también la dejase en paz.

-Mi amada Alejandrina, ven y chúpame, un nuevo orgasmo está a punto de llegar y quiero que tu boca me haga tocar el cielo.

Como una obediente perrita, Melanie camino hasta el sexo empapado de la señora y comenzó a lamer su vulva, Amalia tomo del cabello a la chiquilla y presiono su cara de una manera brusca, en ese momento con la mirada indico a Braulio y este, penetro a la pequeña de manera anal otra vez.

Esposa y esposo cogiendo a la misma puta, una escena exquisita, el chico moreno subió a la cama y la señora también masturbo su gruesa verga. Con movimientos rápidos, Amalia hizo terminar al hombre en sus tetas, con ver esta escena, Melanie llego al punto más alto de su placer, casi con sincronía se vinieron ambas hembras con cuerpos sudados y sonrojados. Por ultimo Braulio reventó su semen contra las tetas de su esposa.



Amalia levanto a la niña y le ofreció sus tetas para que la pequeña las limpiara, Melanie cerro los ojos y cumplió su encargo estoicamente.

El mesero lleno de vino nuestras copas, brindamos y me fui con Melanie a darnos una ducha, salimos de esa habitación dejando a Amalia con esos hombres y el mesero desnudos en la cama.

Llegamos a nuestro edificio caídas las nueve de la noche, despedí a la niña y entes de entrar a la casa, en mi teléfono entraba la llamada de Amalia.

-Hola, David. Prepara a la niña, el lunes la quiero solo para mí.

-Como lo órdenes. –Respondí.

Continuara…
0 Comments
SUS PEZONES SE ENDURECIAN
Posted:Feb 6, 2017 2:54 am
Last Updated:Apr 25, 2017 9:41 pm
2586 Views

Habían pasado varias horas... Caty descansaba sentada en aquella monumental silla del siglo pasado, mientras contemplaba aquella alcoba del hotel decorada con artesanía y donde había sido comensal del majestuoso manjar que Eric le había ofrecido...

Mordió certeramente y con ansia la fresa que junto el cava subió el botones momentos antes. Tan solo envuelta con la sabana, la diosa de ébano recibió al joven, que imaginando demasiado, por el aspecto que presentaba su boca abierta, vio como prescindía de él sin dejarlo entrar.

Caty enterraba sus dientes sobre el sabroso fruto y su dulce jugo resbalaba sin remedio sobre su piel, mientras veía a un Eric desvalido y esposado aún al cabezal ornamentado de aquella cama... Con su postura, aquella mujer parecía que pretendía mostrar sus intimidades al suso dicho, una de sus piernas descansaba sobre el reposabrazos de la silla y la otra se abría sin decoro. Saboreando aquel instante, Caty recordó una infinidad de citas en las que fue ella la que terminaba rogando que le soltasen las ataduras de las que no había podido huir aunque hubiese querido, sin importarle la flacidez que mostraba aquel hombre, incorporándose sobre sí misma dejando caer sus brazos entre sus piernas. De aquel modo se acercaba a Eric, fijando su mirada en su torso, relamiendo el sabor excitante de la mezcla afrodisíaca, de igual modo como en el momento en que saboreó a su musculoso amigo. En aquella ocasión las sustancias no la eclipsaron, se negó a tomar, quería estar por una vez consciente de lo que iba a hacer, por lo que fue él mismo quien consumió toda la droga que traía para la noche de lujuria que había pasado.

Caty esbozó una gran sonrisa, por una vez en aquel tiempo que llevaba trabajando de señorita de compañía, había disfrutado, ya que Eric la dejó que llevase ella las riendas del juego, pasó de ser sumisa a ser el ama implacable que dominaría toda la situación.

Veía entonces los arañazos que sobre su cuerpo quedaron, le escuchaba lamentarse, cuando apretaba con sus labios el pene erecto de Eric. De aquel modo y como ella mandaba, prefirió verle gozar y sufrir, mientras ella satisfacía una fantasía que siempre había querido experimentar.

Los gritos de Eric la excitaban, cada vez que ella intentaba buscar su punto de placer. Sus pezones se endurecían a cada uno de los gemidos de él, pasándolos por sus piernas. Se levantó de la silla dándose cuenta de que había mojado aquel tapizado, se acercó a Eric, volvió a observarlo y le entró miedo... Recordando que en un momento de respiro él le pidió una de aquellas pastillas, ingiriéndola con un gran trago de alcohol, pidiendo que repitiera aquel favor en dos ocasiones más...

Caty se preguntaba, como contaría aquel momento en el que los dos disfrutaron llegando a excitarse tanto que después de tomarse aquello, Eric volvió a tener una exagerada erección, la que ella tuvo que calmar moviéndose sobre él hasta que llegó al orgasmo. Explicándose ahora, el gemido estrangulado por aquel suspiro, que terminó con aquella extraña inercia, inexplicablemente durante tanto tiempo, saboreando el instante.
0 Comments
INTERNET
Posted:Dec 14, 2016 2:51 am
Last Updated:Sep 21, 2017 10:35 pm
2722 Views

Al llegar a la casa todos me saludaron y estuvimos hablando de cosas triviales unos segúndos. Luego mi marido me dijo donde estaba el cuarto de baño y salí del comedor en el cual estaban los seis hombres y él.

En el cuarto de baño me desnudé completamente. Mirándome al espejo me pregunté por última vez si era aquello lo que realmente quería y me dije que sí.

Entré de nuevo en el salón y mi marido se me acercó y empezó a besarme con delicadeza.

Me tocó el coño, los pechos y el culo hasta que ya estuve lo suficiente a tono como para que los demás se acercaran a mí y me empezaran a tocar también. Empecé a besar a cada uno de aquellos desconocidos que mi marido había reunido por un anuncio en Internet para que me follaran. Sus manos parecían cientos de serpientes que rodearon mi cuerpo al instante.

Sus dedos golosos se me introducían por todos mis agujeros al tiempo que se desnudaban. Intenté controlarme lo más que pude aguantando las ganas de correrme; lo suficiente como para no dar a pensar que aquello me encantaba más de lo que debiera por lo que mi marido o mi pudor pudieran pensar: que era más guarra de lo normal. Mi entrepierna al momento estuvo húmeda. Había soñado tanto y tanto desde que era adolescente con aquel momento. Cuando se lo propuse a mi marido pensé que me dejaría por loca, pero creo que él tenía más ganas que yo de verme follada por varios. Sin saber cómo, acabé en el suelo rodeada de pollas: pequeñas, grandes, enormes, con fimosis, depiladas, peludas, pero todas limpias.

Intenté meterme todas las que pude de una vez como si nunca hubiera chupado alguna o en un mundo post apocalíptico fuera el último sustento de la humanidad. Comprobé que tres mi máximo. Cuando no podía meterme alguna a la boca intentaba pajearlas. Me hubiera gustado tener cuatro manos, pero creo que me porté más que bien allí agarrada como una mona en un árbol de pollas chupando sin parar. Mientras chupaba una con frenesí alguien se me corrió en un lado de la cara y yo me volví para empaparme bien con el semen que tragué sin vacilar.

En una de las mesitas de aquel cuarto de matrimonio de la casa había un bol lleno de preservativos junto a lubricantes y juguetes propios de la situación que no se llegaron a usar.

En la otra mesita había una bolsita de coca sin abrir.

Uno tras otro me fueron follando en la cama. Yo estaba allí tumbada boca arriba viendo como por mi coño iban pasando pollas y como decenas de manos pellizcaban mis pezones y estrujaban mis tetas. A pesar de que aquello me encantó hubo momentos en los que me veia ajena a mi propio cuerpo, como si yo viera desde fuera lo que le hacían. Supuse que aquello sería debido a la droga. Muchos de aquellos hombres me follaron hasta tres veces y cuando ya las fuerzas les flaqueaban entonces se metían rayas de coca sobre mi cuerpo sudoroso y trémulo. Algunos se echaban coca sobre la polla por lo que yo la esnifaba por mi coño seco que tenía que ir lubricando artificialmente cada dos o tres folladas. A pesar de las piernas doloridas estaba en la gloria. Luego a uno de aquellos desconocidos le dio por vaciar sus preservativos sobre mí y yo me lo restregué como Cleopatra se restregaba en leche de cabra; al poco, todos estaban vaciando sus preservativos sobre mi cuerpo hasta el punto de que mi piel morena se transformó en blanca. Me estuvieron follando toda la tarde. Cuando la droga se acabó aún me apetecía comer sus fláccidas pollas. Y cuando ya sus huevos no albergaron absolutamente nada de semen se me orinaron encima. Aquello no estaba en el guión pero me encantó. Sintiendo el calor de aquella lluvia amarilla me volví a correr una última vez antes de desfallecer en el suelo deseando volver a repetir alguna vez más esa experiencia maravillosa
1 comment
MI BLANCO LIQUIDO VITAL
Posted:Nov 18, 2016 2:52 am
Last Updated:Apr 17, 2017 9:59 pm
2892 Views

Dentro de tu eléctrico cuenco azabache, galopa ya mi blanco líquido vital, el cual lleva tu nombre escrito y nunca el de otra emperatriz. Esto significa ternura en exclusividad hacia ti. Así que, este inexorable y “enojado” disparo de revólver hecho dentro de tu inundada casa salvaje es solamente en tu honor, mi amor.

Este furioso geiser, poblado de minúsculos competidores, está destinado a lo más bello del mundo: contemplar como gime tu mirada y satisfacer tu curvada carretera carnal. Ni siquiera mi propia meta fálica importa: solamente anhelo que tu lubricada felicidad grite con potencia.

Y es que, por amor, tu nombre (y no otro) está escrito en mi blanco líquido vital.
1 comment
UNA LEYENDA
Posted:Oct 26, 2016 3:28 am
Last Updated:Apr 24, 2017 12:13 am
2976 Views

Voy a desvelaros el secreto mejor guardado de todos los tiempos. Me refiero a la leyenda del astro rey, el sol.

Cuenta una leyenda, que el sol se alimenta, desde la eternidad, de los besos apasionados de millones de personas enamoradas, que no pueden hacer llegar sus besos a sus amantes y que los lanzan al vuelo con la esperanza, de que en algun momento su amante los reciba y quede perdidamente enamorados de ellos.

Que las noches donde aqui noches, días en las antípodas y no cesa en su empeño de recopilarel mayor número de besos perdidos. De ahí proviene su temperatura tan elevada.

Y cuando hay tormentas solares, es porque en algun lugar, esos amantes reclaman de nuevo sus besos, para otro nuevo amor encontrado en sus vidas.

Asi que recordar que cuando tomais el sol, ese placer que generan sus rayos, no mas que un sin fin de besos perdidos de los amantes que en vuestra vida se cruzaron y que el tiempo os los devuelve con el cariño inmenso que ellos en su día os enviaron.
1 comment
SOLO ES UN SUSURRO MUY CALIENTE
Posted:Oct 15, 2016 3:06 am
Last Updated:Apr 17, 2017 9:59 pm
2998 Views

Había llegado a casa y parecía vacía, pero al adentrarme vi que en nuestra habitación había luz, fui para allá como cada día a descalzarme y ponerme cómodo y al asomarme por la puerta te vi en la cama, estabas a cuatro patas, desnuda y de frente a la puerta y detrás de ti también desnudo y tomándote por la cintura había arrodillado un hombre, estaba quieto, como expectante de lo que estaba pasando al verme, te me quedaste mirando a los ojos y sonriéndome me dijiste -sorpresaaa-.



En ese instante recordé que hacía días me habías dicho que estabas preparándome una sorpresa que iba a gustarme mucho, nunca me habría imaginado que era eso lo que preparabas y por lo inmóvil que se había quedado tu acompañante creo que para él también era una sorpresa todo lo que habías planeado. -Esta era la sorpresa que quería darte- me dijiste, -estoy segura que sabrás apreciarla y disfrutarla como creo que yo que la disfrutaras- continuaste diciéndome sin dejar de sonreírme y sin moverte. El seguía inmóvil, con los ojos muy abiertos, se notaba en su cara de asombro que recién ahora estaba dándose cuenta de que era lo que estaba pasando en esa habitación, pero tu comenzaste a arquear tu espalda hacia arriba y abajo, intentando reemplazar el movimiento que él había interrumpido al verme aparecer por la puerta y moviéndote así me dijiste -se siente muy excitante, creo que si se lo propone podría matarme de tanto placer- y acto seguido giraste tu cabeza por encima de tu hombro derecho para verlo a los ojos y moverte con un poco más de intensidad como reclamando esa muerte anunciada.



Pero estaba claro que eso seguía sin ser parte de los planes de él y soltando de tu cintura su mano izquierda te tomo del cabello y te levanto hacia el, pego tu espalda a su pecho se acercó a tu oído y en ese momento lo escuche susurrarte -si quieres que sigamos dile que se vaya- y como intentando convencerte de que tu mejor decisión era echarme a mí de la habitación comenzó a chupar y darle pequeñas mordidas al lóbulo de la oreja que había sido susurrada en ese momento a la par que levanto su otra mano de tu cintura y la llevo a una de tus tetitas y comenzó a jugar con tu parado pezoncito entre sus dedos. Mirándome me dijiste -puede que sea mejor que te vayas- y guiñándome un ojo continuaste -creo que no te gustara ver cómo me tratara y las cosas que me hará-

Me quede viéndote un instante y me gire, como yéndome del salón adyacente a la habitación, apague la luz dejándolo a oscuras pero en lugar de salirme volví y me senté en una silla que estaba en la penumbra, desde la cual podía ver toda la cama. El seguía en la misma posición en la que los había dejado, tu rodeabas su cuello con tu mano derecha, como no dejándolo que termine de besar tu oreja y tu cuello y tu mano izquierda estaba frotándose contra tu coñito, te frotabas lentamente pero se notaba que lo hacías con mucha presión, -y ahora que estamos solos que?- le preguntaste, -ahora no tienes quien te proteja- te dijo el mientras con la mano que tenía en tu cabello inclinaba tu cabeza hacia la izquierda y te daba mordiditas en tu cuello, entre mordida y mordida te dijo -indefensa haré contigo lo que quiera y como quiera- y por cómo se aceleró tu mano en tu coñito pude deducir que ese comentario te había excitado mucho.



Disfrutando de la supuesta soledad que tenían volvió a embestirte, no lo hacía rápido ni con mucha fuerza, pero si de manera profunda, eran unos largos recorridos los que hacía para penetrarte, lo estabas disfrutando y yo, en la oscuridad, comenzaba a disfrutarlo también, parecía que yo podía sentir el roce de cada embestida de su polla en tu vagina, porque con cada uno de sus empujones mi polla se ponía más y más dura debajo de mis jeans. -estas comenzando muy bien- le dijiste, entonces él se detuvo en ese momento y saco su polla de dentro de ti y te dijo -lo importante no es lo bien que yo comienzo sino lo bien que tu acabes, y te prometo que cuando terminemos no recordaras ni como comencé-.



Al oír su comentario sonreíste mirando a la oscuridad, sabias perfectamente que estaba yo ahí viendo el espectáculo que me habías preparado, sin soltarte el cabello se puso de pie detrás de ti y por arriba de tu hombro derecho dejo asomar su polla, no tenía ningún parámetro para compararla pero era grande, se la veía larga y gorda, con la cabeza peladita y rosadita, su polla era muy blanca como lo era el, era muy venosa y llena de pliegues, estaba toda húmeda de estar en contacto con tus fluidos y como característica se veía que era torcida, todo el tronco de su polla se curvaba hacia su izquierda y su erección era más alta de lo normal, no quedaba horizontal sino que apuntaba un poco para arriba. El era alto y estaba todo rasurado, no tenía ni un solo pelo en todo su cuerpo, eso era algo que no te atraía especialmente de un hombre por lo que estaba seguro que era la primera vez que lo veías sin ropa.

Giraste un poco tu cabeza hacia la derecha y encontraste a un palmo de tu boca su glande, grande, empapadito y rosadito. Entreabriste un poco la boca y asomaste tímidamente tu lengua para darle un par de lamidas antes de meterte toda su cabecita en tu boca, con tu cara a un costado de su pene habías absorbido su cabeza con tu boca y por como abrías la boca parecía que no entraba más nada que su glande en tu boquita. El empezó a embestirte suavemente y yo podía ver como con cada una de esas embestidas se hinchaba por dentro tu mejilla izquierda, poco hacías, con tu mano izquierda continuabas tocándote y la derecha subía por entre sus nalgas recorriendo con suavidad su nalga derecha para perderse detrás de el, imagino yo que agarrada de sus nalgas. (...)
0 Comments
ES MAGIA EL AMOR?
Posted:Sep 20, 2016 2:57 am
Last Updated:Apr 17, 2017 9:59 pm
3148 Views

Magia tienen tus ojos que por las noches

en mi cielo reaparecen y me iluminan

con ese fulgor de estrellas que me cautiva

y me oculta sin quererlo en tu mirada.



Magia tiene tu pelo que en ondinas

se desliza entre mis dedos diminutos

con tal suavidad que siento aquí en mis yemas…

la frescura de tu aura.



Magia tiene tu voz, tu dulce acento

el cual lo escucho dormido y aun despierto,

que me dice dulcemente con el viento,

me confiesa y me repite ‘que me amas’.



Magia tiene ese perfume que de tu piel se desata

el cual penetra silente por los poros de mi alma

e inunda mi pensamiento y hace revestir mi tiempo

de tu bendita fragancia.



Magia han de tener tus besos que me elevan

a los límites del cielo,

magia tienen tus colinas y tus valles

cuales cabalgo contento,

magia tiene tu cintura/ que me amarra

a las curvas de tu cuerpo.



Magia en ti, en tu silencio/

en la forma en que me atrapas,

en el volcán que se activa aquí en mi pecho

cuando llegas y desciendes a mi lecho

y en tu ternura me matas.



Mágico es este momento cuando respiro tu aliento

y mi alma se entremezcla con la tuya

para volar por los cielos

y surcar el universo entre suspiros,

siendo uno envuelto en hilos,

envuelto en hilos de plata.



Magia siento en tu cariño,

magia que me vuelve un niño,

magia que me da la calma.



Magia en este amor sincero,

magia cuando yo te quiero,

magia en ti, pues tu eres magia.
0 Comments
LATIDOS DE UN VIERNES CUALQUIERA
Posted:Sep 16, 2016 3:04 am
Last Updated:Apr 11, 2017 1:53 am
3203 Views

En un mismo latido


A ti, extensión de mi piel, extensión de mi alma.

A ti, prolongación de mi cuerpo, mitad de mi ser.

A ti, guardián de mis sueños, de mis pensamientos.

A ti, a ti te escribo, unión perfecta e infinita,

Surcador de mis trazos que siembra con sus manos océanos rugientes en mi pecho,

Mar bravío de caricias raudas e inmorales que lucha por encontrar mi desnudez,

Oleaje de fuego y pasión que me sacude con sólo rozarme,

Candor que rellena mis huecos;

Brazos, piernas, manos tuyas enredadas en mi cuerpo,

Locura candente que navega desde mis hombros hasta mi frente,

Desde mis pies a mi cintura,

De mis caderas a mi pelo.

Líneas que parecen hechas para mis líneas, que parecen el molde de mí misma,

Tus trazos, mis trazos, tu cuerpo y mi cuerpo,

Sublime comunión de los mortales ésta que nos une hoy en un mismo suspiro,

En una misma piel,

En un mismo latido.
1 comment
QUEDAR SOLO EN CASA Y PRESERVATIVOS EN LA MESITA
Posted:Sep 10, 2016 3:23 am
Last Updated:Apr 17, 2017 9:59 pm
3269 Views

Viajaste, por trabajo, a mi ciudad. Mi hermana me avisó por teléfono de tu visita, claro que ni ella, ni yo a esa hora, sabíamos que mi marido, Ariel, también se ausentaría hasta el día siguiente. Puesto que esa mañana mis hijos viajaban con los abuelos, por 3 días, a un parque acuático y termas, debería haber cancelado tu venida a casa.

No lo hice y así nos fue.



Llegaste a eso de las 19:30 hs – temprano para cenar – nos sentamos en el living, en sillones enfrentados y sendas tazas de café. No necesito mucho tiempo para que mi piel “despierte” sensibilizada por las atenciones, patentes, claras y sin mucha cautela, de tu mirada recorriéndome de pie a cabeza, con evidentes pausas en mis piernas que, a poco, parecen haber cobrado vida propia, las separo, las junto, las cruzo y las descruzo sin pensarlo.

Hace calor, te ofrezco una cerveza fría y voy a la heladera por ella. Alcanzo a apoyar la botella en la mesada de la cocina, para buscar las jarras y percibo tu nariz en mi nuca, tu respiración en mi cuello y tus manos en mi cintura, te pegas a mí, no puedo dejar de notar tu erección entre mis nalgas, aspiras con fuerza, me besas el cuello y tus dedos trepan hasta mis pechos.

Me encantan tus caricias y mi cuerpo encaja a la perfección con el tuyo.

Me siento tan cómoda y halagada que ni siquiera protesto para simular rechazo a la indecorosa situación entre cuñados. Giro, lentamente hacia vos y te beso de manera desaforada. Tus manos recorren mi espalda, sobrepasan las caderas y aprietan con fuerza mis glúteos, siguen el descenso, levantan mi pollerita, regresan a las nalgas, me levantan, se corren a las piernas obligándome a abrirlas alrededor de tu cuerpo y, sin separar tus labios de los míos, te encaminas al dormitorio.

Te dejas caer conmigo sobre el colchón, la tenue luz que se filtra por la puerta abierta, nos alcanza para, recíprocamente, emprenderla con botones y cierres y deshacernos de las prendas exteriores y zapatos.

Aprovecho que te levantas, para terminar de quitarte el pantalón, para abrir la cama y deslizarme bajo la sábana. Me sigues y tu mano derecha, mientras me besas apasionadamente, se entretiene con mis senos, mi vientre, mis nalgas y mi entrepiernas, por arriba y por debajo de mi bombacha. Mi izquierda, por deber de reciprocidad, hurga en tu pecho, acaricia tu bulto por sobre el slip y, por fin, juguetona, rodea tu miembro increíblemente erecto.

Los gemidos entrecortados viajan en las dos direcciones.

Debería haber encendido la luz y el aire acondicionado. Hace calor, transpiramos copiosamente.

Me despojas de corpiño y calzón y te quitas tu slip. Te susurro que en la mesa de luz puedes encontrar condones.

“¡Pobre Ariel! Le vas a usar la cama y sus preservativos” pienso con un destello de remordimiento – que se diluye al instante-. Es que, con tus ojos en mis ojos, como midiendo mi grado de excitación, te calzas el “globito”. El deseo me arrebata, cautiva mis sentidos.

Acomodas tu cuerpo sobre el mío y, con calma, tu miembro frente a mi cavidad húmeda a más no poder. Clavas tu mirada en la mía y vas entrando. Acompaño con gemidos mientras vas penetrándome, llenándome. Llegas a lo más profundo y callas mis gemidos sellando mi boca con la tuya y, con ritmo cansino, empiezas a salir y entrar. Yo gozo lo indescriptible, vos no te quedás atrás. No dura mucho la porfía tierna, suave y calmada: tu cuerpo se acelera yo me retuerzo, ondulo mis caderas y gimo de placer. Tu mano derecha se introduce bajo mi culo, con el índice y el medio acaricias mi vagina a cada costado de tu pene que sigue pistoneando, la retiras apenas con tu dedo, entre la zanja de mis nalgas, se detiene en mi ano y se mete un poquito. Experimento una explosión de sensaciones, mi vagina llena de tu pene, mi clítoris, tu dedo en mi ano, tus labios alternándose en mis labios, mi cuello y mis pezones, todos enviando placer al mismo tiempo. Susurro tu nombre hasta que te grito el delicioso orgasmo que me invade y convulsiona. Eso te enardece, te incendia, te hundes en mi poseído de frenesí y explotas con un ronquido de pasión sin límites.

Nuestros cuerpos están bañados de sudor por el calor sofocante y el vehemente deseo liberado.

Como tierno remate se te ocurre lamer la transpiración en mis senos, con especial dedicación a mis pezones.

Nos duchamos e higienizamos por turno.

“¡Pobre Ariel! Le usas la cama, los preservativos, la toalla de baño y el desodorante” pienso.

De regreso al dormitorio, te encuentro hablando por teléfono con tu hotel “es probable que no llegue hoy a ocupar la habitación, mañana paso a retirar mis pertenencias y a pagar” escucho.

Enciendo el equipo de aire acondicionado. Para el segundo, más que obvio, episodio lujurioso de esa noche, las condiciones de temperatura, y humedad del aire más propicias.

De nuevo bajo la sábana, unas pocas caricias y besos, se traducen en una nueva formidable erección y una imponente excitación mía. Te proteges con otro preservativo. Me subo sobre vos y asumo las riendas de la nueva comunión de carnes. Te beso, me introduzco tu miembro, muevo mis caderas. Otra vez mi gozo no lo puedo reducir a palabras, vos respondes con pasión, jadeos, gruñidos, convulsiones y frases truncas. Los respectivos orgasmos superadores de los del capítulo precedente.

Después de una segunda higienización y una nueva intromisión de tu carne dura en lo más recóndito de mi raja, con pasiones desbocadas y epílogos superlativos, nos quedamos dormidos, abrazados, saciados, ahítos de goces. Sin beneplácitos, claro, pero con toda la satisfacción física.



La salida del sol la “festejamos” acorde a nuestra calaña de tramposos impresentables: sexo, aseo personal, desayuno de café con leche y tostadas, elaboración, de común acuerdo, de la versión del relato de ese día/noche, para mi hermana y mi marido y un largo beso de despedida. Nos queda, en el haber de nuestras vidas, esa maravillosa noche juntos, en el debe, algo de tristeza: no fue algo, lícito, para cuñados.

Al quedar sola, compré en una farmacia una caja de preservativos para reponer, en la mesita de luz de Ariel, los cuatro utilizados en la noche y amanecer.

“Por si las moscas” decimos en el barrio.
0 Comments
libido
Posted:Aug 29, 2016 1:51 am
Last Updated:Apr 17, 2017 9:59 pm
3330 Views

Sus ropas eran ceñidas; su cabello, brillante y liso; sus labios, jugosos; y su mirada…

De improviso se abrazó sobre mi regazo, y mi excitación aumentó de tal manera que fue imposible esconder la consecuencia bajo mi pantalón.

Sorprendido, me aparté, más ella se aferró con mayor presión. ¿Quién era yo para negarme a semejante declaración? Al fin y al cabo ése había sido el objetivo detrás de mis palabras de seducción.

La abrace, y ella contoneó su cadera sobre la mía. Un reflujo bajo mi sexo inició una inspiración: ambos necesitábamos bebernos sin deternernos.

La cogí del brazo y anduvimos hacia nuestro hogar. En un callejón oscuro me detuvo y me aprisionó contra la pared. Sus besos me detuvieron el aliento y mostraron su naturaleza. No podíamos contenernos hasta llegar a mi casa. Una irrefrenable pasión nos dominaba y jugaba con nosotros como títeres de placer.

Los fluidos mojaban ya nuestros sexos como si nuestras bocas se tratasen. Reuní la poca voluntad que me quedaba y la separé de mí. Semejante pulsión no debía malograrse en un maldito rincón.

Esa intensidad iba a durar toda la noche, y lo íbamos a lograr.

El camino fue un suplicio de besos, caricias y excitación. La erección no era disimulable, ni ganas que tenía, por lo que al abrir la puerta de mi entrada, agarré a mi acompañante y la elevé entre mis brazos. Ella sonrió ante lo que se avecinaba, y me desnudó con violencia. No pude ser menos, y la despoje de sus vestimentas.

Me detuve. Semejante belleza era digna de admiración, de alabanza, y de «ver y no tocar». Sus senos eran el equilibro perfecto, cincelado con la misma simetría que su cadera definida y marcada de sensualidad.

¿Qué maldición? Nuestros cuerpos desnudos eran las piezas de un puzzle que exigían la unión.

Pero aún no. La tentación no podía acabar en un mero instante de fricción. Mi físico pretendía ser atractivo para ella, pero más importante era mi actuación. Debía ser fuego en ebullición.

Nos susurramos al oído aquello que queríamos decir, y que no volveríamos a pronunciar jamás.

Ella estaba húmeda. Sus labios en la pelvis eran más luminosos que el carmín en su boca. Ambos ansiaban besar lo que estaban destinados a succionar.

Nos enzarzamos en un baile de contoneos, persecución y magreos. Nuestros sexos no fueron tocados hasta que una gota de néctar asomó por mi glande. Era el inicio que indicaba el «no-retorno».

Ella agarro mi virilidad y yo masajeé su feminidad. Aquella era una carrera por ver quién profería mayor placer… y amor.

Quince minutos, veinte minutos, media hora…
No penetré hasta que no estar seguro de que ella no estuviese al borde del abismo, ante la locura de su explosión. Varias veces pude haberla tirado, varias veces lo impedí en el último segundo.

Su desesperación aumento, saltó sobre mí, y se insertó dentro de mi ser. Me sentí henchido, repleto. Crecí en su interior, y mi placer quiso estallar. Más yo lo impedí. Mi pene ansiaba el abrazo apasionado de su vagina, y yo me quedé parado dentro de ella, observando su mirada de dulzura y placer. Éramos uno, y uno seriamos durante un rato largo.

Cuando el tren indicó la salida, el motor comenzó a mover las válvulas, y el vapor que salía lentamente, pronto se convirtió en un vaivén rítmico y fluido.

Abrazados, las punzadas en mi glande comenzaron a ser incontrolables. La inmensidad de una lluvia de estrellas indicaba que había algo en mi interior que bramaba por salir.

Mis glúteos se contraían al punto que se desató la locura. Ella contrajo su vagina con un gemido que me hundió en las maravillas de la existencia. Si no iba a haber marcha atrás, yo sería el dueño de la situación. Salí al exterior, contraje todos los músculos en mi pelvis y aspire con fuerza mientras el orgasmo se apoderaba de todo mi ser. No era la primera vez que lo intentaba, y sabía que lo iba a lograr.

Pronto la sensación terminó, y tome aire. Mi sexo estaba más sensible, pero mi erección no se acabó. En aquel momento era el amo de la sexualidad, pues el orgasmo tardaría en regresar, pero el placer continuaría sin parar.

Una gota blanca asomó por mi glande. El fruto de mi amor asomaba con gratitud mientras el rostro de la mujer comprendía lo que acababa de suceder.

Abalanzándose cual felina sobre su presa, secó todo mi semen y meneó curiosa su jugo. Sonrío, y me abrazo. Pronto nos unimos de nuevo, y esta vez durante un tiempo que nunca se acabo.

Su vagina se contrajo tantas veces como sus gritos de pasión anunciaban los orgasmos que nunca querían acabar.

¿Quién sabe cómo terminamos aquella noche? Solo sé que ese éxito no fue el final. Nuestra unión fue tan profunda, que la necesidad del uno al otro se volvió imperiosa. Jamás volvimos a separarnos. Ni en sexo, ni en alma.
0 Comments
RECUERDOS DE MI PELUQUERA
Posted:Jul 6, 2016 3:09 am
Last Updated:Apr 11, 2017 1:54 am
3984 Views

Sofía era la peluquera del barrio. Una señora de treinta y algo de años, no muy alta, de pelo castaño, labios gruesos, senos voluminosos, piernas firmes y glúteos bien redondeados. Trabajaba en su casa, en donde había acondicionado un cuarto como peluquería. Desde niño había ido a cortarme el pelo con ella. Pero al hacerme adolescente mi relación con Sofía se modificó.

Yo tenía dieciocho años y una tarde de verano fui a su casa para cortarme el pelo, previa reserva de turno por parte de mi madre, como siempre sucedía. Aquella tarde Sofía me recibió con una simpatía que yo no le había conocido. Llevaba un vestido ajustado de falda muy corta, de escote abierto sin breteles, y estaba descalza. Apenas abrió la puerta percibí su perfume cítrico y embriagante. Me recibió con un beso y me indicó que entrara.

Desde niño Sofía me había recibido sola en su casa, ya que su marido estaba en el trabajo y no tenía hijos. Pero aquella tarde se encargó de señalar que estábamos solos y que nadie vendría. Antes de sentarme en el sillón frente al espejo me contó entusiasmada que acababa de terminar un curso de masajista y que le encantaría practicar conmigo. Sin esperar respuesta me guio hasta una camilla que había en la galería y con total naturalidad me dijo que me desnudara, qué así era como debían hacerse los masajes profesionales. Muerto de vergüenza, dudé. Entonces ella comenzó a ayudarme a quitarme la ropa. Me desnudó por completo y me dijo que me acostara boca abajo. Se untó las manos en aceite y comencé a sentir como me recorría la espalda en una fricción suave y resbalosa. En cuestión de segundos mi verga estaba completamente erecta, pero al estar boca abajo no se me veía. Mientras ella me masajeaba los hombros, el cuello y la espalda entera yo me preguntaba qué estaba sucediendo, qué pasaría con aquella mujer.

Luego de masajearme un rato me dijo que me colocara boca arriba. Yo me negué sin poder inventar una razón. Ella se rio y me hizo girar sobre la camilla hasta colocarme boca arriba. Mi verga estaba enorme. Sofía me miró con picardía y me dijo: "Ya me parecía que nos íbamos a encontrar con esto, no te preocupes mi muchachito, es lo más natural del mundo". Entonces me la tomó con su mano izquierda y se la llevó a la boca. Comenzó a chupármela lenta y suavemente a la vez que me acariciaba los testículos, mientras yo estaba petrificado de sorpresa y placer. Jamás me habían hecho aquello, sentir mi pene dentro de su boca me reveló una sensación muy superior a lo que yo había podido imaginar en mis fantasías. Veía su cabeza subir y bajar, sus labios carnosos rodeando mi verga, su saliva untándomela. Sentía su lengua jugar con mi glande. Aumentó la intensidad de sus movimientos y comenzó a chupármela con vigor, morí de asombro y calentura al descubrir que podía tragársela por completo, hasta el fondo de su garganta, sin ahogarse. Los ímpetus de la adolescencia hicieron que rápidamente le lanzara una explosión de semen en la boca. Entonces ella se incorporó, y mirándome directo a los ojos se tragó la leche y se relamió, golosa. "Este va a ser nuestro secreto, dijo". Luego, me indicó que me vistiera y me cortó el pelo como si nada. A partir de ese día, antes del corte de pelo ella me daba una chupada. Se me hacía larga la espera entre un corte de pelo y otro.
2 Comments
que es el pene?
Posted:May 8, 2016 4:14 am
Last Updated:Apr 17, 2017 10:00 pm
4265 Views

1. No es murciélago, pero vive colgado
2. No es acordeón, pero se estira y se encoge
3. No es gallina, pero tiene huevos.
4. No es soldado, pero ataca por delante y por detrás
5. No piensa, pero tiene cabeza
6. No es vaca pero da leche.
7. No es micrófono.y las mujeres se lo llevan a la boca.
8. Pero sobre todo es un caballero se para, para que las damas se sienten.

Hombre orgulloso lo difunde y mujer se ríe y acepta la realidad de su socio. ¿Qué es el pene? Es la perdición de las cuarentonas.
El juguete de las de 20
El deseo de las de 15 .
El salario de las prostitutas
La perdición de las ninfómanas

Por la crisis en el país el pene Sera declarado alimento de primera necesidad para las mujeres porque tiene carne, leche y huevo, sabe a pollo y huele a pescado. Dígale a sus amigas que "no pasen hambre comed PENES"
0 Comments
SONETO DE CUERNOS
Posted:May 6, 2016 2:36 am
Last Updated:Apr 11, 2017 1:54 am
4318 Views

Los dos crecientes cuernos que te gastas

cosquillas ya le están haciendo al cielo,

que alcanzan por momentos tanto vuelo

que para rascacielos tú te bastas.

No hubo ni hay ni habrá como tus astas

un par que aléjese tanto del suelo,

que en ellas una enseña haciendo duelo*

visible es a distancias asaz vastas.

O deja de una vez de ser tu esposa

con todo el que se cruza tan fogosa

o va a lograr muy pronto la muy tuna

que tú abras allá en Marte alguna fosa

y que tu cornamenta poderosa

eclipse a las dos puntas de la Luna.
2 Comments

To link to this blog (susurrotorrido) use [blog susurrotorrido] in your messages.

46 M
April 2017
Sun Mon Tue Wed Thu Fri Sat
            1
 
2
 
3
 
4
 
5
 
6
 
7
 
8
 
9
 
10
 
11
 
12
 
13
 
14
 
15
 
16
 
17
 
18
 
19
 
20
 
21
 
22
 
23
 
24
 
25
 
26
1
27
 
28
 
29
 
30
 
           

Recent Visitors

Visitor Age Sex Date

Most Recent Comments by Others

Post Poster Post Date
INTERNET (1)AMARTIA_49
Sep 21, 2017 8:47 am
MI BLANCO LIQUIDO VITAL (2)AMARTIA_49
Jan 5, 2017 7:58 am
UNA LEYENDA (2)AMARTIA_49
Oct 27, 2016 9:50 am
LATIDOS DE UN VIERNES CUALQUIERA (2)KatsyaD20
Sep 18, 2016 8:49 pm
RECUERDOS DE MI PELUQUERA (8)sergiosor1
Jul 6, 2016 8:24 am
SONETO DE CUERNOS (4)Francmich
May 6, 2016 7:31 am
Y TENIA APENAS 20 AÑOS (7)sergiosor1
Mar 22, 2016 7:42 am
QUE ME FOLLARA¡¡¡¡ESO PENSE (5)Isla380
Jan 17, 2016 7:43 am
PUES NO (6)Isla380
Dec 2, 2015 6:10 am
QUE MALO ES EL ALCOHOL (10)linea1966
Nov 24, 2015 9:10 am
EL NUEVO JUEGO DE LA OCA (13)fuegovital
Nov 22, 2015 7:23 am